Las Cuevas de Castellana (Grotte di Castellana) son un sistema de cuevas kársticas ubicado en el municipio de Castellana Grotte, en la Ciudad Metropolitana de Bari, Apulia. Las cuevas, descubiertas en 1938 por el espeleólogo Franco Anelli. Las Cuevas de Castellana se abren en el sureste de Murge, una meseta de piedra caliza que se remonta al Cretácico superior (entre 100,5 a 66,0 millones de años) y se eleva 330 m sobre el nivel del mar.
La zona de Castellana se caracteriza por la piedra caliza, una roca sedimentaria compuesta en gran parte por carbonato cálcico, conocida como Caliza de Altamura. El sistema de cuevas tiene 3348 m de longitud y el punto de profundidad máxima alcanza los 122 m.
La temperatura dentro de las cuevas es de unos 18 °C. El complejo espeleológico de Castellana es único entre otros sistemas de cuevas gracias a sus tres peculiaridades: la Tumba, la Cueva Blanca y las Concreciones.